l presidente de SEAT, Luca de Meo, y el presidente de GAS NATURAL FENOSA, Isidro Fainé, han firmado un acuerdo estratégico entre ambas compañías para potenciar proyectos de innovación conjuntos y expandir el uso del gas natural en el ámbito de la movilidad en España.
Esta alianza a largo plazo permitirá a la compañía energética y a la automovilística liderar el crecimiento y posicionamiento del gas natural vehicular (GNV) como combustible eficiente y alternativo en el transporte. Ambas compañías ya colaboran en este ámbito desde el año 2013.
A través de esta colaboración, SEAT y GAS NATURAL FENOSA impulsarán diferentes líneas de actuación para la introducción y comercialización de vehículos a gas en tres colectivos específicos.
El objetivo es contribuir a la mejora de la calidad del aire urbano gracias al uso del gas natural en la movilidad
Por un lado, a través de los concesionarios oficiales de SEAT, en los que se analizará el desarrollo de infraestructuras para contar con gasineras así como programas formativos para los empleados. En segundo lugar, las dos compañías crearán una oferta comercial conjunta para los autónomos españoles, a través de la cual tendrán beneficios en coches y combustible. Y por otro lado, se trabajará en un programa de carga doméstica de gas natural dirigido a particulares, impulsado con la administración para cumplir los aspectos regulatorios correspondientes de esta actividad.
Asimismo, ambas compañías pondrán en marcha ayudas para la investigación de nuevos combustibles eficientes, como el biogás. El acuerdo estratégico incluye una mayor implantación de vehículos a gas y la promoción del gas natural comprimido (GNC) en el ámbito del servicio público.
SEAT cuenta actualmente con la tecnología híbrida de gas natural comprimido y gasolina en el León, en sus acabados 5 puertas y familiar, y en el Mii, a los que se sumarán en el último trimestre de este año la versión GNC del SEAT Ibiza y, en 2018, el nuevo crossover Arona.
Un acuerdo estratégico de largo recorrido
SEAT y GAS NATURAL FENOSA firmaron un primer compromiso de colaboración en 2013. Desde entonces y hasta la fecha, se han incorporado 237 vehículos de gas natural comprimido (GNC) a las flotas de vehículos del grupo energético en España. La flota actual de vehículos de GNC de la compañía en España está compuesta por cerca de 300 vehículos.
El acuerdo de colaboración firmado hoy permitirá a ambas compañías seguir trabajando en la expansión del gas natural en el ámbito del transporte y potenciar su uso como combustible alternativo, tanto en el caso de vehículos privados como en el de transporte pesado.
El Gas Natural Vehicular en España
En España existen actualmente 50 estaciones públicas que suministran gas natural, 27 de las cuales pertenecen a GAS NATURAL FENOSA. Según cifras de Gasnam (la Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad), las matriculaciones de vehículos propulsados con gas natural aumentaron un 133% en 2016 en España, hasta el punto de que a cierre de 2016 circulaban más de 6.100 vehículos de este tipo. De éstos, casi 1.700 eran vehículos ligeros y más de 4.200, vehículos pesados de transporte, como autobuses o camiones.
España es actualmente el país europeo con más estaciones de servicio de gas natural licuado (GNL) para vehículos, y el segundo de Europa por vehículos de transporte que funcionan con GNL.
Las ventajas de este combustible alternativo
El gas natural como energía para la propulsión de vehículos ofrece ventajas medioambientales y económicas, y supone una alternativa a los combustibles tradicionales.
Este combustible permite reducir las emisiones a la atmósfera y mejorar así la calidad del aire de las ciudades. En este sentido, reduce en más de un 85% las emisiones de óxido de nitrógeno y ayuda a rebajar en un 24% las emisiones de CO2 – el principal gas de efecto invernadero –, así como prácticamente todas las partículas en suspensión. Esta energía, por tanto, contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Por otra parte, los vehículos a gas natural permiten disminuir la contaminación acústica de las ciudades, ya que reducen en un 50% las emisiones sonoras y vibraciones respecto a los motores diésel.